miércoles, 18 de octubre de 2017

Verdi y la unificación italiana


El compositor Giuseppe Verdi y su ópera Nabucco son dos de los grandes símbolos de la unificación italiana. En la década de 1840, Milán, bajo el dominio austriaco se llenó con pintadas con la consigna: "Viva Verdi". Y es que la casualidad hizo que el apellido del compositor italiano fuera el acrónimo de "Vittorio Emmanuel Rey De Italia". De esta forma, los milaneses, a al vez que lanzaban un grito de libertad, esquivaban las represalias de los austriacos.
Además, en 1842, Verdi estrenó la ópera Nabucco. En ella se incluyo uno de los coros más famosos de la historia de la ópera. "Va, pensiero sull'ali dorate", el triste lamento del pueblo judío en recuerdo de la tierra de la que fueron expulsados por los babilonios y que se resume en el verso: ¡Oh patria mía, tan bella y perdida!. Este tema caló tan hondo entre los italianos que lo adoptaron como himno de libertad y unidad nacional.

Nabucco. Coro de los esclavos:

Texto del Coro de los Esclavos de la ópera Nabucco:
“¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán y a las destruidas torres de Sión!
¡Ay, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Ay recuerdo tan grato y fatal!
Arpa de oro de los fatídicos vates [adivino, poeta],
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!
Canta un aire de crudo lamento al destino de Jerusalem,
o que te inspire el Señor una melodía
que infunda virtud al partir.”

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